Está claro que tener una póliza sanitaria privada da tranquilidad a la hora de irse de vacaciones. Sabemos que ante cualquier imprevisto de salud tendremos un equipo de médicos que nos atenderán rápidamente. Sin embargo, eso no quita que se den situaciones tan desagradables como los cortes de digestión.
¿Cuántas veces no nos han advertido las madres en relación a este tema? Pues bien. En este post queremos daros unas indicaciones para prevenir estos sucesos que suelen preocupar mucho y así evitaremos tener que recurrir a nuestro seguro salud que está bien tenerlo a mano pero lo ideal es no tener que llamar al mismo… ¡Señal de que estamos muy bien por dentro y por fuera!
Los cortes de digestión consisten en una pérdida momentánea de la consciencia generada por cambios que se producen en el riego vascular del sistema nervioso central. Suelen ser comunes cuando se come de manera abundante, lo que supone que buena parte del riego sanguíneo se dirija hacia estómago, hígado e intestino, lo que hace que otras partes del organismo, como el cerebro, se queden sin menos riego y, por ende, con menos oxígeno.
El contacto ‘de repente’ con el agua fría es lo que lleva a esa pérdida unos instantes de la consciencia y al final todo acaba llamando a las urgencias de nuestros seguros de salud de Previsión Médica para que un doctor nos atienda. Nada grave pero el susto nos lo llevamos en la maleta de vuelta de vacaciones.
Las consecuencias de los cortes de digestión pueden ser realmente graves si se dan situaciones, por ejemplo, como esta: estar solos en el agua, que quedemos unos segundos inconscientes bajo el agua y se de muerte por asfixia. Suena exagerado pero puede suceder, aunque recurramos a nuestras pólizas médicas. Así pues lo mejor es intentar evitar en la medida de lo posible que se generen momentos que puedan entrañar cierto riesgo de manera directa o indirecta.
Para evitar que se den cortes de digestión, el equipo de profesionales de Previsión Médica os indica unas pautas para que no necesitéis recurrir a nuestro seguro de salud. Son unos consejos por el bien de nuestros usuarios, pues siempre velamos por el bienestar de los mismos:
- Bañarse unas dos horas después de haber comido. Esto es lo que tanto nos decían las madres y lo que muchos de nosotros advertimos a los más pequeños. No se trataba de una leyenda urbana sino que el riesgo es real y se puede evitar con algo tan sencillo como esto.
- Comidas no excesivamente profusas. No se debe comer demasiado y tampoco es recomendable la ingesta de alcohol. Tenedlo en cuenta si no queréis que el almuerzo playero nos deje un sabor agridulce. Evidentemente nuestros profesionales de seguros médicos siempre estarán para ayudar pero el mal rato no lo cura nada.
- Entrar en el agua de manera progresiva, nada de tirarse en plancha. Si los metemos en el mar poco a poco sin evitar ese choque brusco de temperatura podemos evitar que caigamos inconscientes en el agua.